La terapia miofascial es una técnica utilizada para reducir el dolor y la falta de movilidad en pacientes que presentan disfunciones en el sistema miofascial, mediante el tratamiento manual de la fascia que envuelve los músculos.
Aprendamos algo más de ella.
La base de la terapia miofascial es la acción sobre la fascia.
La fascia es una red de tejido conectivo duro que se dispone a lo largo de todo el cuerpo y que presenta modificaciones en sus características en función de las necesidades concretas de cada zona donde se localiza. Un tendón y un ligamento son, por ejemplo, especializaciones de este sistema fascial.
Cualquier traumatismo físico o emocional (fractura, esguince, torcedura, inmovilización prolongada, por aumento de la toxicidad tisular, en procesos cicatriciales, experiencias con alto contenido emotivo como la pérdida de un ser querido…) cambia la conformación tridimensional de la fascia e incluso su composición provocando su lesión.
La red es continua de manera que una alteración de la misma en un punto puede manifestar su sintomatología en una zona distante.
Una de las modalidades de tratamiento pertenecientes a la Terapia Miofascial es la llamada «Inducción míofascial». Esta es la versión europea de la «Myofascial Release» (Liberación Miofascial) estadounidense.La Inducción Míofascial es un procedimiento fisioterapéutico en el que, mediante estiramiento suaves, diferentes tipos de presiones mantenidas y un especial posicionamiento, el fisioterapeuta normaliza el estado del tejido miofascial a nivel superficial y profundo, en aquéllas zonas en las que ha perdido su configuración.
Además de la Inducción, existen dos modalidades predominantes de tratamiento sobre el tejido miofascial:
- Liberación directa: Mediante un trabajo profundo en el tejido, se le aplica una fuerza constante con los dedos, nudillos, codos o cualquier otra herramienta apropiada para estirar la fascia restingida hasta que la liberación se produce.
- Liberación indirecta: La aplicación de un leve estiramiento guía a los tejidos fasciales superficiales a desenredarse hasta conseguir una libertad de movimiento.
Con la aplicación de técnicas de terapia miofascial a las algias vertebrales, las disfunciones de origen tendinoso, fascitis plantar, procesos de cicatrización postraumática y postquirúrgica, se estimula el tejido conectivo de manera que:
- Restablece el equilibrio corporal
- Elimina síntomas dolorosos
- Recupera la función del aparato locomotor
- Mejora la circulación de los anticuerpos
- Se incrementa el suministro sanguíneo hacia los sitios de la restricción a través de la liberación de la histamina
- Se consigue un aporte mayor de sangre hacia el tejido nervioso acelerando así el proceso de curación
Desde Terapiafascial.es queremos contribuir a extender los beneficios de estas técnicas mediante cursos de formación dirigidos a profesionales de la fisioterapia interesados en el conocimiento profundo y la práctica de la Terapia Fascial en sus aspectos clínicos diagnósticos y terapéuticos.